martes, 17 de marzo de 2015

Primer día de estancia en Polientes

Por fin llegó el día en que nuestros chicos y chicas llegaron al Centro de Educación Ambiental de Polientes.

Llenos de ilusión y con muchísimas ganas de vivir mil y una experiencias. Ya desde el primer día comenzaron con una salida didáctica por las cercanías y aquí os dejamos unas fotos de este paseo.

Pero antes vamos a narraros qué es lo que hicieron este primer día con todo lujo de detalles gracias al diario que están escribiendo.


El pasado lunes 16 de marzo, fuimos de ruta a Villaescusa del Ebro un pueblo de Valderredible, la ruta que hicimos es la del Tobazo. Llegamos al pueblo y comenzamos a andar hacia las cascadas, una vez allí paramos a ver el paisaje y la cascada que no era muy grande pero bonita.Después comenzamos el ascenso hacia la montaña, fue un ascenso muy duro pues estaba todo lleno de unas plantas llenas de pinchos y además estaba embarrado por la lluvia y el deshielo de la nieve que ha caído en los últimos meses. Hicimos varias paradas en las que nos explicaron cosas sobre el valle que está hecho por el río Ebro, con el paso de los años el río ha chocado y desgastado las rocas del valle haciéndolo más ancho en unas zonas porque al ser roca arenisca se desgasta con facilidad y en otras partes no le ha desgastado tanto porque hay roca caliza y es más dura. Tras esta explicación seguimos subiendo por un camino cada vez más estrecho y de acceso más complicado, hasta llegar al comienzo de la cascada donde hay unas antiguas ermitas  rupestres de la Edad Media (del siglo V) hechas por unos antiguos monjes de La Rioja que querían difundir el cristianismo en Cantabria. Había 4 cuevas, dos de ellas conectadas, tienen un altar y una zona del hogar donde estaba el fuego y dormían. También nos dijeron que en la guerra civil pusieron barricadas en lo alto del valle de modo que no podían ver a los francotiradores y así podían controlar la entrada y salida de vehículos de Cantabria a Castilla y León y viceversa. Nos explicaron que las cuevas tenían los techos hundidos porque al chocar las placas tectónicas el nivel de la tierra subió y el techo bajo. En el techo también había estalactitas de hielo y podíamos ver las gotas de agua caer de ellas. Tras acabar de mirar las cuevas comenzamos el descenso, al estar todo lleno de barro el descenso nos costó mucho y Cristian tuvo un accidente, se patinó y se cayó haciéndose daño en el brazo. Tras este inoportuno accidente acabamos el descenso y volvimos al pueblo, cogimos el autobús que nos llevaría al albergue de Polientes.

Nota: para poder ver las fotos en modo presentación (diapositivas) tenéis que clicar una vez sobre la foto grande, cuando se cargue otra página clicar de nuevo en la foto grande y ya podréis disfrutar de las fotos en todo su esplendor.


0 comentarios :

Publicar un comentario